En aquellos años, la capital bizkaína contaba solo con tres publicaciones: La Gaceta del
Norte , El Correo y Hierro. En Donostia convivían El
Diario Vasco , La Voz de España y Unidad. Y en Pamplona El Pensamiento Navarro, El Diario de Navarra, y Arriba España. Todos estos diarios suponían el panorama de aquel momento. Sufrieron la transformación que sobrevino tras la muerte de Franco en
1975 y celebraron en 1977 las primeras elecciones democráticas
tras la dictadura. Pero siempre a nivel provincial. "La
idea del diario era básicamente crear una publicación dedicada al País
Vasco, porque hasta ese momento los periódicos se dividían por
provincias, pero no se dedicaban a Euskadi al completo.Deia tuvo un número cero en Abril de 1988" explicó Iriarte mientras enseñaba el ejemplar,"pero
el número uno no salió hasta Junio.Los periódicos hacían ediciones que
imprimían pero no llegaban a vender, era una especie de prueba". Esto fue así hasta la Ley de Prensa de Fraga. A día de hoy sigue en vigor,
solo derogaron el 1 y 2 capítulo. “Anécdotas hay muchas pero tampoco les voy a
explicar que me provocó una ulcera”, zanjó.
Y
es posible que así fuera, ya que el diario le dio muchos quebraderos de
cabeza. Como el mismo afirma, "eramos el último mono". La
redacción del diario se llenó de profesionales de otros medios, y se
propuso alcanzar al resto de publicaciones en lo que respectaba al
éxito. Y parece que mal no les fue. Llegaron a vender 117.000 ejemplares, cuando El Correo rondaba los 100.000. "Es que no teníamos competencia", añadió.Los
periodistas trabajaban al límite, hasta que se estableció el descanso
semanal, así que los periódicos dejaron de salir los lunes y se
sustituyeron por las hojas de lunes.
Texto y material audiovisual: Josune Bargueiras
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